La Paz, 3 de abril (RC). – Cristianos de todo el mundo celebran este fin de semana de Pascua otra vez bajo las restricciones contra el coronavirus, que sigue propagándose con fuerza, especialmente en América Latina, donde hubo más 25 millones de contagios.
Ante el aumento de infecciones, y a pesar de que la vacunación va avanzando, muchos gobiernos tuvieron que volver a imponer medidas.
Italia, uno de los países europeos más golpeados por el virus, inició el sábado un estricto confinamiento durante la Semana Santa, con todo su territorio considerado «zona roja» de riesgo elevado, lo que privó a las familias de reunirse en estas fechas tradicionales.
En el Vaticano, el papa Francisco presidió el viernes por la noche en la plaza de San Pedro su segundo Vía Crucis sin público debido a la pandemia.
Por segundo año consecutivo todos los actos que conmemoran la muerte de Jesús son celebrados dentro de los muros del Vaticano y sin la presencia de multitudes de fieles como en el pasado.
En Francia, nuevas restricciones en todo el territorio entran en vigor este sábado, para intentar frenar la explosión de contagios que están poniendo al borde del colapso los hospitales de la capital.
Y en la vecina Alemania, donde el gobierno tuvo que dar marcha atrás a unas severas restricciones para el fin de semana pascual, la canciller Ángela Merkel pidió a la población que limitara al máximo sus encuentros.
La dirigente instó a «una celebración de Pascua tranquila, en círculos pequeños, con los contactos fuertemente reducidos».
Agencia AFP