La Paz, 21 de octubre (RCM).- El desarrollo de una enfermedad silenciosa representa siempre un desafío tanto para pacientes como para médicos. La afección avanza sin síntomas evidentes y solo se manifiesta en etapas avanzadas, cuando ya se ha producido un daño significativo al cuerpo.
Esto ocurre con la osteoporosis, una enfermedad progresiva que se caracteriza por el debilitamiento de los huesos, provocando serios riesgos de fracturas con una caída o un simple golpe. A menudo, el diagnóstico se realiza cuando la persona sufre la rotura ósea, que comúnmente afecta la columna vertebral, la muñeca y la cadera.
Los factores de riesgo para padecer osteoporosis están relacionados con el envejecimiento, que genera una disminución natural de la densidad ósea, una mala nutrición y un estilo de vida sedentario. Adicionalmente, la enfermedad tiene mayor incidencia en las mujeres.
Según la Fundación Internacional de la Osteoporosis (IOF, por sus siglas en inglés), a nivel mundial, 1 de cada 3 mujeres mayores de 50 años presentará una fractura osteoporótica en su vida, en comparación con 1 de cada 5 hombres. Esta disparidad se atribuye principalmente a la drástica pérdida de estrógenos que ocurre durante la menopausia, hormonas que son cruciales para mantener el equilibrio entre la descomposición y la formación ósea.
De acuerdo con la nutricionista Rita Medina, una de las complicaciones de esta enfermedad radica en la posibilidad de que una fractura resulte en una invalidez permanente, tomando en cuenta que la regeneración de los huesos presenta mayor dificultad en la tercera edad.
“Entonces lo que uno tiene que hacer alimentarse adecuadamente, desde los primeros años de vida para que, a futuro, cuando lleguemos a los últimos años, estemos bien mantenidos y no tengamos una serie de enfermedades”, señaló Medina.
El gran valor de los lácteos
Para prevenir la osteoporosis, se necesita consumir diferentes minerales y vitaminas que ayuden a mantener los huesos saludables. El más importante es el calcio que se encuentra en productos lácteos como la leche, el yogurt y el queso. Otro mineral indispensable es el magnesio que, según Medina, se encarga de absorber el calcio y dirigirlo hacia el fortalecimiento de los huesos u otras funciones esenciales para la salud.
«Sin el magnesio, el calcio puede ir a cualquier lado, puede ir a formar cálculos biliares, cálculos renales, puede ir a depositarse a las arterias ocasionando su endurecimiento, entonces lo que nosotros tenemos que cerciorarnos es que siempre esté presente el magnesio en nuestra nutrición y esa particularidad tiene la leche, porque además de calcio también tiene magnesio”, destacó la especialista.
Para evitar enfermedades óseas, PIL Andina se posiciona como un aliado clave gracias a la calidad de sus productos lácteos. Su leche, en diferentes presentaciones, es una excelente fuente de calcio, proteínas, fósforo y vitaminas que ayudan al crecimiento adecuado de los niños y el fortalecimiento nutricional de los adultos.
Entre uno de sus productos destacados está la leche descremada PROTE PLUS+ enriquecida con vitaminas A, D3 y E, que optimizan la absorción del calcio. Además, para las mujeres que están en etapa de menopausia y requieren una mayor cantidad de este nutriente, la empresa tiene a disposición el producto Calcifem, que contiene un 50% más de calcio que la leche regular.
La nutricionista también mencionó otros alimentos esenciales para prevenir la osteoporosis, como la espinaca que tiene vitamina K2-Mk7 que se encarga de transportar el calcio, desde el torrente sanguíneo hasta los huesos, además de cereales como la avena y la quinua que son ricos en proteínas y calcio. De igual manera, se recomienda el consumo de frutas como la papaya que es rica en vitamina A. “Necesitamos todos estos nutrientes para fortalecer nuestros huesos”, añadió.
Beneficios de tomar el sol
Otro nutriente esencial que facilita la absorción del calcio de los alimentos es la vitamina D, el cual, según Medina, se obtiene de manera efectiva cuando se toma el sol. Se recomienda realizar esta práctica durante las mañanas, entre 15 a 30 minutos. Cabe destacar que, adicionalmente, la luz solar puede aumentar la producción de serotonina en el cerebro, lo que contribuye a mejorar el estado de ánimo y reducir el riesgo de depresión.
“A veces no tomamos el sol por el hecho de que pensamos que se nos va a arrugar la piel y otra serie de mitos, pero es esencial para que nuestro organismo funcione adecuadamente. Obviamente, no tenemos que exagerar y evitar exponernos en horarios de mayor radiación”, puntualizó.
Adicionalmente, la nutricionista recomendó realizar actividad física que mejora el fortalecimiento de los músculos y es un soporte de la masa ósea. “Se ha descubierto que, en el periodo del Paleolítico, no existían problemas de osteoporosis, y esto es porque la gente hacía mucha actividad física al aire libre”, comentó.