La Paz, 21 de octubre (RCM).- En una reunión de gobierno transmitida por el Noticiero Estelar, el mandatario, vestido con uniforme militar verde, dijo que las personas que traten de «provocar alteraciones del orden público» y que participen en actos vandálicos «serán procesadas como corresponde con el rigor que contemplan las leyes revolucionarias».
Algunos «actúan bajo las orientaciones que les dan los operadores de la contra revolución cubana desde el exterior», añadió.
A la misma hora, en barrios de la capital se registraban cacerolazos de descontento por la falta de corriente eléctrica. Decenas de personas, entre ella mujeres con niños en brazos, salieron con cazuelas a manifestarse en el populoso barrio Santos Suárez. «Pongan la luz», gritaban.
Otro grupo cerró con barricadas de basura una calle de Centro Habana.
«En mi cuadra la gente en la calle con bulla, con calderos y voceando», dijo a la AFP una vecina de Santos Suárez que pidió el anonimato.
En redes sociales, usuarios publicaron videos atribuidos a una protesta en Manicaragua, un pueblo de la provincia de Villa Clara (centro), sin que la AFP haya podido constatar su autenticidad.
Situación «compleja»
En pleno colapso energético, el huracán Oscar tocó tierra con categoría 1 en la provincia cubana de Guantánamo, cerca de la ciudad de Baracoa a las 17H50 locales (21H50 GMT), para luego degradarse durante la noche a tormenta tropical, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos.
Olas de hasta cuatro metros de altura golpearon el malecón de Baracoa, donde se registraron algunos daños en techos y muros de las casas y caída de postes y árboles, informó el Noticiero Estelar.
El Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología de Cuba dijo que el huracán presentó «vientos máximos sostenidos» de 130 kilómetros por hora, «con rachas superiores».
El fenómeno natural llegó a una Cuba sin electricidad desde el viernes por una falla en la central termoeléctrica Antonio Guiteras, la más importante de la isla, que provocó la caída del sistema nacional.
El presidente reconoció que la situación del sistema de electricidad continúa siendo «compleja», y marcada por una fuerte inestabilidad.
El ministro de esa cartera, Vicente de la O Levy, sostuvo más temprano en una conferencia que las autoridades esperaban restablecer el servicio el lunes por la noche para la gran mayoría de la isla. Sin embargo, poco después de ese anuncio, una nueva falla dejó sin luz a más de 200.000 personas en La Habana que la habían recuperado, según la empresa eléctrica nacional.
«Hace pocos minutos ocurrió otra desconexión del Sistema Eléctrico, SEN. De inmediato comenzó la labor de restablecimiento», afirmó el Ministerio de Energía y Minas de Cuba en la red social X.
Dificultad tras dificultad
Las autoridades suspendieron las clases y las actividades laborales imprescindibles hasta el miércoles, solo se mantendrán en funcionamiento hospitales y servicios vitales para la población.
«Ya mi frío (refrigerador) tiene tres días de descongelado y temo que se me eche a perder todo», explicó este domingo Adismary Cuza, una trabajadora privada de 56 años, que está desesperada.
«Dos días sin luz, ¿qué es esto, caballero? ¿Qué va a pasar? El cubano está cansado de tanta cosa», añade Serguei Castillo, de 68 años, quien está tan preocupado como Cuza.
El jueves, Díaz-Canel dijo que la crisis obedece a la dificultad para comprar el combustible que necesita el sistema eléctrico, debido al embargo que Estados Unidos aplica contra la isla desde 1962.
Ese mismo día, el gobierno declaró «emergencia energética» y anunció la paralización de labores estatales para enfrentar la crisis que en las últimas semanas ha dejado a la población de varias provincias hasta 20 horas sin luz en un día.
Los cubanos sufren desde hace tres meses prolongados apagones, con un déficit de hasta el 30% en la cobertura nacional. El jueves, un día antes del apagón total, llegó al 50%.
Sistema precario
En la isla, la electricidad se genera a través de ocho desgastadas termoeléctricas dependientes de carburante, que en algunos casos presentan averías o se encuentran en mantenimiento, así como de varias plantas flotantes -que el gobierno renta a empresas turcas- y grupos electrógenos.
En su mayoría, esta infraestructura requiere de combustible para funcionar.
Con escasez de alimentos, medicinas, una inflación disparada y apagones crónicos que limitan el desarrollo de las actividades productivas, Cuba enfrenta su peor crisis económica en tres décadas.
Fuente: AFP