Luego de que las candidaturas de María Corina Machado y de Corina Yoris fueran bloqueadas por el régimen venezolano, la alianza opositora Plataforma Unitaria Democrática (PUD) acordó a último minuto y de manera unánime que quien se medirá en las urnas el próximo 28 de julio ante Nicolás Maduro será Edmundo González Urrutia.
González Urrutia nació en 1949, en la ciudad de La Victoria, situada en el estado de Aragua (norte). Es experto en Estudios Internacionales de la Universidad Central de Venezuela y posee un máster en Relaciones Internacionales de la American University de Washington, Estados Unidos.
Asimismo, este escritor, analista internacional y diplomático de carrera forma parte del Consejo Editorial Internacional del medio venezolano «El Nacional».
Embajador durante gobierno de Chávez
En su carrera como diplomático, González Urrutia destaca por haber sido nombrado embajador de su país en Argelia (1991-1993) y en Argentina (1998-2002), durante los primeros años de Hugo Chávez al mando del país.
«Cuando Chávez va a Argentina como presidente, quien prepara esta visita fue González Urrutia. Hizo lo que tenía que hacer y de hecho Chávez lo dejó varios meses más. Es un funcionario de carrera, que incluso al inicio del chavismo fue reconocido», cuenta a DW Daniel Varnagy, doctor en ciencias políticas y profesor titular de la Universidad Simón Bolívar, de Venezuela.
«Su base es esa: es un diplomático de carrera, muy estimado y respetado en el mundo diplomático, al que le tocó estar en esta circunstancia», agrega el experto.
Una persona «que no buscaba el poder»
A nivel político, el diplomático de 74 años, que en primera instancia había declinado ser candidato presidencial, ha trabajado como coordinador de la oposición, manteniendo un perfil bajo.
Fue nombrado como encargado del enlace internacional e integrante de la directiva de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), alianza política de partidos opositores que había sido inhabilitada para las elecciones presidenciales de 2018.
Se trata de «una persona respetable, a la que hoy le toca asumir un rol protagónico en la lucha por recuperar la democracia en Venezuela», afirma a DW Walter Molina, politólogo venezolano radicado en Buenos Aires, Argentina.
Molina, quien trabajó personalmente con González Urrutia para ayudar a sus compatriotas en el exilio, lo describe como «alguien que no buscaba el poder. Y tal vez todavía no lo busque. Pero le ha tocado asumir esta responsabilidad que, de lograrse, lo colocará en los libros de historia como el primer presidente de la nueva democracia venezolana».
¿Qué tan conocido es en Venezuela?
El nombre de María Corina Machado en la papeleta era uno que ciertamente incomodaba al régimen de Maduro. Su inhabilitación para competir en las presidenciales, calificada de arbitraria e ilegal tanto fuera como dentro de Venezuela, encumbró su figura y le dio un nombre y apellido a la oposición.
A pesar de que González Urrutia no es muy conocido, su candidatura cuenta con el respaldo unánime de Machado, Yoris y otros sectores de oposición: «La gente sabe perfectamente que a Machado la inhabilitaron ilegalmente. Pero, en cierta manera, va a votar por ella cuando lo tenga que hacer por Edmundo González, quien, en efecto, no es una figura conocida, pero no creo que eso vaya a ser algo difícil de trabajar», afirma Molina.
Varnagy concuerda: «Ciertamente, no es nada conocido. Él solo es conocido en círculos diplomáticos y políticos». Sin embargo, «hago hincapié en Machado, porque, al fin y al cabo, ella fue quien obtuvo la victoria en las elecciones primarias. Por lo tanto, en la elección, la gente va a votar por el candidato que Machado respaldó».
Lo fundamental: una elección con garantías mínimas
Los expertos temen, en primer lugar, que las elecciones del 28 de julio no se lleven a cabo o, en segundo lugar, que estas no tengan las garantías necesarias para su validación. Sin embargo, plantean que si estas bases mínimas se respetan, la oposición ganará con certeza.
«En teoría, la sociedad civil venezolana ya no aguanta más este sistema. Aquí lo que importa es que se cumpla un mínimo de condiciones electorales de transparencia y legitimidad. Si eso se logra, y aunque suena mal lo que estoy diciendo, independientemente de quién sea el candidato (de oposición), este va a ganar», sugiere Varnagy.
El politólogo venezolano Molina asegura que, «de haber una elección mínimamente competitiva, Edmundo González Urrutia será el nuevo presidente de Venezuela. No hay, electoralmente, oportunidad alguna de que el chavismo gane».
Y concluye: «El deseo de cambio es de más del 80%; nunca un régimen venezolano había sido tan aborrecido como lo es el chavismo hoy día».