La Paz, 9 de diciembre (RCM).- La Argentina de Lionel Messi se enfrenta a Países Bajos en el estadio Lusail, en un duelo muy atractivo que se vivirá durante esta jornada por la llave de cuartos de final del Mundial. Ambas selecciones poseen un historial
En la previa del cotejo, el estratega argentino, Lionel Scaloni solo tiene dos dudas a la hora de delinear el equipo titular: la inclusión de Ángel Di María, que retornaría después de perderse en duelo contra Australia por una lesión; y la posible baja de Rodrigo de Paul.
En éste último caso, el jugador de Atlético de Madrid pudo entrenar con cierta normalidad durante la última práctica del conjunto albiceleste, aunque su presencia en el onceno titular no está asegurada, esto trás las molestias que el jugador sintió en el isquiotibial derecho.
De no haber ninguna novedad, la Argentina saldría con Emiliano Martínez en el arco; Nahuel Molina, Cristian Romero, Nicolás Otamendi y Marcos Acuña, en defensa; un mediocampo conformado por Leandro Paredes, Enzo Fernández y Alexis Mac Allister; y el tridente ofensivo integrado por Ángel Di María, Julián Álvarez y Lionel Messi.
Por su parte, el cuadro de Países Bajos se presenta al duelo con mucha confianza, tras ser, junto con Inglaterra y Marruecos, uno de las selecciones que aún no ha perdido ningún cotejo en lo que va de la competición.
El equipo dirigido por Louis Van Gaal no presentan ninguna baja y podría alinear a Noppert en la portería; Timber, Van Dijk, Ake, Dumfries y Blind en defensa; Frenkie de Jong y Marten De Roon en el medio; acompañados en la delantera por Steven Bergwijn, Memphis Depay y Cody Gakpo, que junto con Messi, comparte el podio de goleadores del Mundial, ambos con tres anotaciones.
El encuentro envuelve una rivalidad histórica, sobre todo en ediciones de la Copa del Mundo, con dos hitos muy importantes que favorecieron a los argentinos:
El mundial del año 1978, que la albiceleste ganó por 3-1 para consagrarse campeona por primera vez de la competición, y el reciente duelo del año 2014, en el que nuevamente el cuadro sudamericano superó a los neerlandeses, en esa ocasión por la tanda de penales, para instalarse en la final contra Alemania, que, posteriormente, la Argentina terminaría perdiendo.