La Paz, 27 de diciembre (RC). – En una rueda de prensa, el ministro de Justicia de Japón, Takashi Yamashita dio a conocer la ejecución de dos condenados a muerte identificados como Keizo Okamoto Hawamura de 60 años y Hiroya Suemori de 67 por haber estrangulado hasta la muerte al jefe de una empresa de inversiones y a un empleado en 1988.
«El pueblo japonés considera que es inevitable tener la pena de muerte para los crímenes extremadamente crueles y viles», afirmó Takashi Yamashita, al dar detalles de estos hechos.
Okamoto y Suemori, que fueron ahorcados hoy en un penal de Osaka, donde estaban recluidos después de recibir su condena en el año 2004, habían secuestrado al presidente de una empresa de inversión, de 43 años, a quien previamente habían exigido 100 millones de yenes (792.000 euros al cambio actual). Después de recibir el dinero, los dos delincuentes utilizaron un cable de televisión para ahogar al secuestrado. También fue asesinado, de igual manera, un empleado de la misma empresa de inversión.
Los dos cadáveres fueron cubiertos con hormigón y abandonados en un bosque de la prefectura de Kioto. El ministro de Justicia dijo que este martes ordenó la ejecución de ambos reos después de estudiar con mucho cuidado si existía algún factor que podría impedirlo, incluyendo una posible revisión del juicio, lo que estaba descartado.
«Las ejecuciones en Japón son secretas y en general solo se avisa a los prisioneros unas horas antes, pero no siempre. Sus familias, sus abogados y el público son informados después», explicó en un informe reciente la Amnistía Internacional.